Caminando por nuevos barrios, uno puede encontrarse con cosas diferentes, una nueva casa, una ventana rara, un nuevo color, nuevos amigos. Sin embargo, el viejo olor a rosas siempre tendrá un lugar en el núcleo de nuestro ser, pues sus recuerdos estarán ligados al corazón y todo aquello que tenga una estrecha relación con él, nos puede hacer cometer grandes logros como terribles errores.
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