Érase una vez una flor, la más brillante de todas.
Érase una vez una roca, la más gris de todas.
Érase una vez, una flor y una roca...
Una de ellas, ayudaba a la otra.
Una de ellas lo dió todo
La otra lo dió nada.
Una de ellas perdió brillo,
La otra tiró el brillo.
Una de las fue ilusa,
La otra fue un imán.
Érase una vez una flor y una roca.
Érase una vez, sólo una roca.
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