Por ahí viene, pienso y está mal.

No sé si hago lo correcto, o si hice lo correcto, pero ya está, es tarde. La culpa y la pregunta quedarán varadas en mi conciencia. ¿ Pude hacerlo mejor? ¿Afectó a alguien más que a mi?.

Tardo mucho en pensarlo, y si me toma  desprevenida no lo pienso. Dejo que mis emociones me lleven por donde la intuición me dice qué hacer. Rayos, aquella bendita intuición no es la más santa.
Me estoy llenando de "Lo hice mal" en vez de " Pude hacerlo mejor" y cada día se acumula. Estoy comenzando a sentir el peso de aquello, no lo puedo ver, lo puedo sentir. No lo puedo quitar, lo puedo cargar.

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